Disgenesia auditiva: ¿Podría afectar a la audición?

Disgenesia auditiva: ¿Podría afectar a la audición?

¿Has oído hablar de la disgenesia auditiva? Esta malformación congénita del oído interno podría tener un gran impacto en la capacidad auditiva de las personas. No se trata solo un problema estético.

Descubre en este artículo qué es la disgenesia auditiva, cómo puede afectar tu audición y por qué es importante recibir un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado.

¿Qué es la disgenesia auditiva?

La disgenesia auditiva es una malformación congénita que afecta el desarrollo del oído interno, específicamente la cóclea y el nervio auditivo.

Se trata de una anomalía genética que puede manifestarse de distintas formas y causar diferentes grados de discapacidad auditiva, desde una leve pérdida auditiva hasta la sordera total.

Por su parte, la disgenesia auditiva puede presentarse de manera aislada o en conjunto con otras malformaciones congénitas, como la atresia del oído o la microtia.

El diagnóstico de la disgenesia auditiva se realiza a través de pruebas auditivas y estudios genéticos. Aunque no existe una cura para esta malformación, sí existen opciones de tratamiento efectivos, como los audífonos y los implantes cocleares. Si necesitas ayuda sobre cuál es la mejor solución, en Santa Gema disponemos de los mejores profesionales para asesorarte.

Entonces, ¿esta alteración puede afectar a la capacidad auditiva?

La disgenesia auditiva puede afectar la capacidad auditiva de diferentes maneras, dependiendo del tipo y la gravedad de la malformación.

En algunos casos, la disgenesia auditiva puede causar una pérdida auditiva leve o moderada, lo que puede dificultar la audición de sonidos suaves o la comprensión del habla en ambientes ruidosos. En otros casos, puede provocar una sordera unilateral o bilateral, lo que impide la audición de sonidos y la comprensión del habla por completo.

Además de la pérdida auditiva, la disgenesia auditiva puede causar otros síntomas auditivos, como el tinnitus o zumbido en el oído. También puede afectar al equilibrio y la orientación espacial, provocando vértigo, mareo y otros trastornos del equilibrio. Esto se debe a que la cóclea y el sistema vestibular comparten la misma estructura anatómica y pueden verse afectados por la misma malformación.

La disgenesia auditiva también puede tener un impacto emocional y social en las personas que la padecen, especialmente si se presenta desde el nacimiento o la infancia temprana; ya que puede generar problemas de comunicación, aislamiento social y baja autoestima. Por ello, es importante que las personas con disgenesia auditiva (y sobre todo los niños) reciban un diagnóstico temprano y tengan acceso a un tratamiento adecuado, que les permita mejorar su capacidad auditiva y su calidad de vida en general.

La altitud elevada está asociada a la disgenesia auditiva según investigaciones

Se ha demostrado que existe una relación entre la disgenesia auditiva y las zonas de altitud, donde la presión barométrica es menor. Esto se debe a que la cóclea requiere un suministro adecuado de oxígeno para su correcto desarrollo y funcionamiento.

En las zonas de altitud, ubicadas a más de 2.800 metros sobre el nivel del mar, donde la cantidad de oxígeno en el aire es menor, se pueden producir alteraciones en el desarrollo de la cóclea y otros órganos sensoriales, lo que aumenta el riesgo de malformaciones congénitas, como la disgenesia auditiva; según fuentes científicas.

Además de la disgenesia auditiva, las zonas de altitud también pueden estar relacionadas con otros trastornos auditivos, como el tinnitus o el deterioro auditivo relacionado con la edad. Esto se debe a que la exposición a la altitud puede provocar cambios en la presión barométrica y la presión de oxígeno en el oído interno, lo que puede afectar su funcionamiento y causar daño auditivo.

Es importante destacar que la relación entre las zonas de altitud y la disgenesia auditiva no es absoluta, y que existen otros factores genéticos y ambientales que pueden contribuir a su desarrollo.

Como dato curioso, estos estudios revelan que los casos de los nacidos en estas zonas son 1 niño de cada 500. Mientras que el promedio en otras partes del mundo es de 1 niño por cada 10 mil nacimientos.

En definitiva, la detección precoz en los niños sobre todo es clave para prevenir la pérdida de audición en una edad temprana y darles la mejor solución para que no afecte a su rendimiento en la escuela.

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