
29 Jul Síndrome del ojo seco: Causas, síntomas, tipos y tratamiento
El síndrome del ojo seco afecta al 30 % de la población y aunque su nombre indica que puede estar relacionado con el déficit de lágrimas, es mucho más que eso.
A continuación, te explicamos qué es el síndrome del ojo seco, por qué se produce, cuáles son sus síntomas, cómo detectarlo y qué tratamiento tiene.
¿Qué es el síndrome del ojo seco?
El síndrome del ojo seco es una enfermedad crónica que afecta a la superficie ocular y puede provocar problemas visuales y molestias. Incluso a veces lesiones en la córnea.
Este se produce por la escasez de lágrima, así como el deterioro de la calidad de esta, originando una inflamación en la superficie del ojo.
Por regla general, pasa en los dos ojos y es más común en mujeres; sobre todo durante la menopausia y después.
¿Por qué aparece?
Como hemos comentado, el ojo seco lo causa el déficit de lágrima (puede haber excesiva evaporación o poca producción) o su mala calidad. Esto último se debe a problemas como la disfunción de las glándulas de Meibomio, que consiste en la alteración o falta de lípidos en la lágrima; o la blefaritis, que es una inflamación del párpado.
La principal causa del síndrome del ojo seco es la alteración hormonal, que lleva a un mal funcionamiento de las glándulas lagrimales y a la reducción de la secreción lagrimal. No obstante, hay otros factores de riesgo del ojo seco:
- Edad y sexo.
- Uso de lentes de contacto.
- Factores ambientales: aire acondicionado, calefacción, ambientes contaminados, etc.
- Tratamiento de radioterapia o quimio.
- La ingesta de fármacos antidepresivos y antihistamínicos.
- Déficit vitamínico.
- El uso desmesurado del ordenador y dispositivos electrónicos.
Síntomas del ojo seco
Entre los síntomas más comunes del síndrome del ojo seco se encuentran:
- Escozor.
- Molestias o dolor.
- Quemazón.
- Ardor.
- Sensación de sequedad.
- Visión borrosa.
- Ojos rojos.
- Pesadez en los párpados.
Estos síntomas podrían agravarse en ambientes con mucho viento y en ambientes secos con poca humedad. Y también cuando se parpadea poco.
Tipos de capas
Encontramos 3 capas en la película lagrimal:
- La capa lipídica situada en los párpados y producida por las glándulas de Meibomio. Aquí la cantidad es normal, pero hay una falta de lípidos en la capa externa que evita la excesiva evaporación de la película lagrimal.
- La capa acuosa se produce por las glándulas lagrimales principales. Puede ocurrir que haya un déficit de cantidad de lágrima.
- La capa mucina que se produce por las células en la superficie del ojo.
Puede ocurrir que haya un déficit de la capa lipídica y la capa acuosa. De hecho, es el más común y es un tipo mixto.
¿Se puede prevenir el síndrome del ojo seco?
Una buena forma de prevenir el síndrome del ojo seco, sobre todo cuando se tiene algún factor de riesgo, es acudiendo a revisiones rutinarias.
Cuando notes algún síntoma de los mencionados arriba es importante que actúes lo antes posible para evitar consecuencias negativas. Si el oftalmólogo te diagnostica la enfermedad, es recomendable que lo visites cada 6 meses o menos, según indique el especialista.
Por supuesto, existen también unos hábitos que pueden minimizar el impacto de la sequedad ocular y mejorar la salud visual. Los principales son:
- Higiene en los párpados.
- Uso adecuado de lentes de contacto.
- Cuidar los ojos frente a ambientes contaminados o aires acondicionados.
- Proteger los ojos con gafas que tengan filtros adecuados para protegerlos del sol.
- No frotarse los ojos, ya que podría debilitar la córnea.
- Hacer descansos visuales cada 20 minutos cuando estamos delante del ordenador u otro dispositivo.
Tratamiento del síndrome del ojo seco
Esta es una de las preguntas más frecuentes de los pacientes que lo padecen: ¿hay tratamiento para el síndrome del ojo seco? Lo cierto es que es una enfermedad crónica y como tal no tiene una cura definitiva.
Sin embargo, el tratamiento reduce los síntomas que padece el paciente y evita y cura las lesiones causadas en la superficie del ojo provocada por la sequedad.
Estos son algunos tratamientos:
- Lágrimas artificiales (en gel, colirio o pomada): estas sustituyen la lágrima e incrementa la lubricación de la superficie ocular. En casos graves, se puede usar hemoderivados del propio paciente en colirio.
- Gafas: una forma de evitar la evaporación de la lágrima en la superficie ocular es utilizando gafas que cubran todo el ojo (incluso los laterales).
- Colirios antiinflamatorios: estos se utilizan para aminorar la inflamación de la superficie ocular producida por la sequedad. El oftalmólogo debe hacer un seguimiento de este, ya que podría tener efectos secundarios y subir la presión intraocular.
- Cura de calor en los párpados: esto ayuda a estimular la función de las glándulas lagrimales de Meibomio en los párpados. Lo que hace principalmente es aumentar la capa lipídica para moderar la evaporación de la película lagrimal.
- Por último, es aconsejable concienciar al paciente de la importancia que tiene el parpadeo (al menos 12-15 veces por minuto). Pues ayuda a la lubricación de la superficie ocular.
¿Tienes más dudas sobre el síndrome del ojo seco? Contacta con nosotros para resolver todas las inquietudes que tengas sobre esta enfermedad.
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