
13 Ene ¿Qué es la visión periférica?
¿Te preguntas cómo puede ser que mientras juegas con una pelota puedes verla incluso cuando está casi a tu lado? Esto se debe a que tu visión periférica está lo suficientemente ejercitada.
La visión periférica es la capacidad de ver aquellas cosas que no se encuentran en el centro de tu visión central. La visión central abarca 30 grados, mientras que la periférica comprende los cerca de 180 grados, aunque la nitidez aquí es menor.
Por ejemplo, si estás delante de la pantalla de un ordenador, esta ocupa tu campo de visión central. Pero, además de esto y gracias a la visión periférica, también podemos ver todo lo que rodea a la pantalla, aunque con menos nitidez.
¿Para qué sirve la visión periférica?
A pesar de que vemos imágenes menos nítidas, la visión periférica es fundamental para realizar algunas actividades en nuestra rutina diaria.
Acciones como leer, conducir, jugar al fútbol o practicar cualquier otro deporte son actividades en las que tener una buena visión periférica es importante para anticiparse a movimientos y anteponernos a situaciones.
De hecho, si hay algo que caracteriza a los grandes deportistas, sobre todo a futbolistas y ajedrecistas es la habilidad que han demostrado para visualizar movimientos en la jugada, haciendo uso de su visión periférica.
Consejos y ejercicios para entrenarla
Por tanto, tener una buena visión periférica no solo será beneficioso para los deportistas de élite. Cualquier persona que practique deporte tendrá más ventajas de ganar si la ejercita.
Y lo mismo ocurre con aquellas personas que conducen; cuanto más desarrollada tengan su visión periférica, con mayor seguridad irán al volante.
Entonces, ¿la visión periférica se puede entrenar? ¡Sí! Por ello, veamos a continuación algunos ejercicios que puedes practicar para mejorarla y aumentarla:
- Ejercicio con los dos dedos índices: Coloca los dos dedos índices a la altura de tus ojos y ve separándolos muy despacio hasta donde ya no puedas verlos.
- Lectura piramidal: Consiste en leer cada línea desde la segunda o tercera palabra y cuando lleguemos a la penúltima, cambiamos de línea. Es una forma de trabajar la visión periférica al leer.
- Observar puntos fijos: Por ejemplo, empieza a observar fijamente un punto de la habitación donde te encuentras y cambia de forma sucesiva a otros puntos ubicados en la periferia.
- Entrena con mapas mentales: Observa atentamente un esquema mental y presta atención a una de las ramas. Después, intenta memorizar las siguientes ramas o niveles.
- Detectar movimientos minuciosos: Es un ejercicio donde necesitamos al menos la ayuda de otra persona. La persona que entrena su visión periférica debe mirar a la otra persona, que se sitúa enfrente, a dos metros de distancia. Pero en lugar de enfocar la mirada a su cabeza, deberá hacerlo como si pudiera mirar a través de ella. La otra persona deberá realizar movimientos leves hasta que el que hace el ejercicio lo detecte.
- Encestar: Para esta actividad tan solo necesitas una bola de papel y una papelera. El objetivo será encestar la bola con un grado de dificultad: atinar sin mirar el papel.
- Pasear por la ciudad: Para ello tan solo tendrás que disfrutar del paseo, sin poner la vista en el suelo. De esta forma, tu visión periférica te ayudará a superar cualquier obstáculo e impedir cualquier tropiezo.
- Otros ejercicios visuales: Si quieres mejorar tu entrenamiento visual, te recomendamos que visites a un especialista. En este caso, analizará tus necesidades visuales y te recomendará los ejercicios adecuados para potenciar tu visión periférica.
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